PROBLEMA: A muchas mujeres nos cuesta aceptarnos tal y como somos con nuestra vulnerabilidad incluida.

SOLUCIÓN: Ohkelali, un lugar para darnos mucho placer cotidiano y hacer de nuestra vulnerabilidad una bandera de suculencia.

Pero…¿cómo? Pues a través de la suculencia que Ana redefine como «disfrutar de los placeres mundanos y vivir de forma consciente, libre y espiritual»
Y todo esto ¿donde? En OhKelali. La casa de la mujer libre, suculenta y salvaje que hay en todas nosotras. En este lugar físico y virtual Ana te guía en el disfrute de los placeres mundanos a través de su visión holística en la práctica de yoga, la fotografía, la escritura y mucho más.